Lux Lindner, Vicente Grondona y Mario Bortolini, hicieron de las tizas espádices. Esto, sobre una tela perimetral dentro de la cual un puñado de indios vibraba su palabras interestésicas. Un poco antes Renata Lozupone había irrumpido, estela vamp, en la misma tienda, mientras Dina Roisman, en el backstage, había instalado sus galaxemas y cajitas: instalaciones a base de leds. Fue una de las jornadas más frías afuera, mientras adentro rogábamos que la salamandra atenuara sus vaharadas, que entre performance y baile, improvisación y micro-rito, nos había inyectado la candela hasta las sienes.
Gracias, a las brasas intensas de quienes se cocinan al calor pero siguen crudos, no se queman.



Renata irrumpe en la tienda de Saba ni bien desenrollada


Arriba, en diversas fases: Vio de Silvana, Alma Vanina, Jules Sabáceo, Led Dina, Umezeeb, Eva rasgando la mítica guitarra blanda (la fucsia, de Dylan).
En la última foto Xeno Numantis y Eva Shin, sospechamos en cierta década del siglo XX, con algo de The Avengers.