A minutos de los primeros arribosIndios del Espíritu
De una corresponsal nativa, invierno 2009, para El Rayo Rosa.
Una vez cada dos meses en la Estación Orbital Alógena se ponen a nacer los nativos de su jardín primitivo. De allí estos Indios que, lejos de invocarse desde una hege.liana del Espíritu, se manifiestan cerca del espiritismo con absenta de Allan Kardec.
De una corresponsal nativa, invierno 2009, para El Rayo Rosa.
Una vez cada dos meses en la Estación Orbital Alógena se ponen a nacer los nativos de su jardín primitivo. De allí estos Indios que, lejos de invocarse desde una hege.liana del Espíritu, se manifiestan cerca del espiritismo con absenta de Allan Kardec.
Por invitación rotatoria y con base en un puñado de anfitriones se llenan los 22 a 28 almohadones parsis de cada cena. Un rato más tarde, los almohadones empiezan a correrse, la mesa levita y se esquina, testigo alerta de la posesión en ciernes, cambian de lugar los invitados y las luces de escala, se inicia la circulación de muestras, lecturas, performances y conversas, lejos de la sobremesa, poblando rincones, pasillos, backstages.
Tres o cuatro invitados-estrella por sesión centran los polos de intervención a lo largo de la noche. Sin embargo estos polos se desplazan y reacomodan en función de intervenciones sin programa, surgidas al calor de la destilación, a cargo del resto de los invitados que hacen de estrellas del instante.
Se dan cita artistas, poetas, orgonautas, a fin de producir una ocasión actual de intercambio de Real, sin mediaciones institucionales con horario de entrada y salida ni regulación protocolar del pathos: sin coordinadores ni mesa de la ONU ni circunspecto living de artistas. Cuestión básica: no hay público. ¡Al fin nos hicimos capaces de leer o performar sin audiencia!
Bajo estas circunstancias Roberto Echavarren, Gaby Bex, Walter Cassara o Ulises Conti –por citar algunos– pasan toda una noche de la cena al alba –“aguas matinales”–, junto a admiradores al paso que cultivan on the road el sympathos, la charla desgoznada, que en otras circunstancias demasiado a propósito quedan en gateras.
De pronto -y muy despacio- se usina en vivo una efímera hermandad entre el más viajado neófito en sus veinte y el neófito más reluciente en sus 60, más todos los que se entretejen al pasar durante el baile.
Indios del Espíritu a veces se graba, a veces se registra, a veces quedan huellas efímeras como las de cualquier marea. Acaso en un futuro esto empiece a editarse de alguna forma –nos prometen sus anfitriones, sin compromiso–, siendo este blog una de las primeras, precarias maneras de expansión en diferido, a un año y medio de iniciados los encuentros.
Algunos de los invitados que participaron de las noches espiritistas son: Walter Cassara, Vicente Grondona, Pol, Santiago Pintabona, Ulises Conti, Julio Benavídez, Segio Uzal, Chule Moguillansky, Violeta Percia, Roberto Echavarren, Gaby Bex, Romina Freschi, Iris Kim, Ignacio Vázquez, Pablo Dacal & Tálata, Wenchi Lazo, Mario Bortolini, Lux Lindner, Renata Lozupone, Fernanda Laguna, Mariano Ducros, Bárbara Belloc, Adriana Kogan, Lucas Soares, Alejandro Díaz, Hernán Lucas, Eva Shin, Reynaldo Jiménez, Héctor Hernández Montecinos, Yaxkin Melchy, Ana Armendáriz, Nebularia, Vivian Lofiego, Nadia Boffi, Fran B, etc.
Núcleo anfitrional nativo: la sicigia allogen Patti Yawar & naKh ab Ra (+ Dylan Elliff) y el ManiKhem (Yang-Luc – Xeno Numantis – Jules Azcoaga - Elina Nu ).
